Sólo Italia supera esta cifra con casi 466.000 toneladas al año, según se desprende de un estudio sobre el comportamiento de eliminación de residuos en 15 países de la UE encargado por la marca de moda Labfresh. Según otros resultados del estudio, cada alemán produce 4,7 kilos de residuos textiles, de los cuales sólo 0,5 kilos se reciclan y 0,4 kilos se reutilizan sin tratamiento. El resto se incinera o se tira.

Una razón clave que contribuye a la baja tasa de reciclaje es la pureza del material. Muchas prendas textiles están formadas por mezclas de fibras o hilos que no pueden separarse para el proceso de tratamiento o que sólo pueden separarse con gran dificultad. Si, por ejemplo, se requiere una elasticidad confortable discreta para el sector de la confección, el nuevo tejido de KARL MAYER ofrece una alternativa ecológica. El tejido está fabricado con hilos de diferentes polímeros de poliéster: una versión semidesnuda para un aspecto suave y una fibra bicomponente que ofrece una elasticidad mecánica moderada con una estructura bien pensada. Los elementos de la fibra elástica están formados también por distintos polímeros y muestran un comportamiento de contracción diferente: cuando se calientan, se forma un rizo en espiral. Como la deformación voluminosa no se induce mecánicamente -a diferencia de lo que ocurre con los hilos texturizados- se produce en comparación. un alargamiento más permanente y pronunciado.

Los dos hilos de poliéster se transformaron en un tejido denso en una máquina de tricot HKS 3-M de alto rendimiento en la galga E 32. El tejido pesa 202 g/m². Destaca por su tacto denso y rico y por su gran caída. Las prendas fabricadas con él son cómodas de llevar, fáciles de lavar, no necesitan planchado y pueden reciclarse, una vez retirados los accesorios, como botones y hebillas.

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